por Miles Mathis
No, este no es un análisis de toda la Historia, así que no te preocupes. Se trata de un breve estudio atípico del significado de la palabra "Historia". Como de costumbre, tengo la intención de retorcer esto un poco para que lo pienses de una manera diferente.
Tal como se la entiende ahora, la Historia normalmente significa un registro de eventos pasados, como los que encontraríamos en un libro. Pero eso no es la Historia, ¿verdad? Eso es un registro de la Historia, que puede ser cierto o no. Entonces, ¿qué es realmente la Historia? Obviamente, la Historia son los acontecimientos mismos. La Historia es lo que realmente sucedió en el pasado.
Yo digo que los gobernantes no
quieren que te acuerdes de eso. Quieren que pienses que la Historia es el
registro de los acontecimientos. Han gastado cantidades desmesuradas de tiempo
y energía en el último siglo tratando de asegurarse de que pienses en la Historia
como el registro de los eventos en lugar de los eventos reales. ¿Por qué harían
eso? Porque si pueden convencerte de que la Historia es el registro, entonces
pueden controlar el registro y, por lo tanto, la Historia.
Piensa en 1984 de George Orwell, que probablemente
no te enseñó lo que acabo de decir, pero debería haberlo hecho. Ese libro saca
el tema muy vívidamente, pero luego George hace todo lo posible para venderte
la idea de que la Historia es el registro de los eventos. Después de leer su
libro, saldrás creyendo aún más firmemente que la Historia es el registro de
los acontecimientos, y que está sujeta a la manipulación del gobierno.
Pero si bien es cierto que el
registro de los acontecimientos es fácilmente manipulable, la Historia no lo
es. La Historia es inviolable. Una vez que algo sucede, nunca se puede
deshacer. Algo que sucedió siempre habrá sucedido, no importa quién lo niegue,
lo encubra, mienta sobre ello, lo olvide o lo suprima. Eso es lo asombroso del
pasado: no importa cuánto lo intentes, no lo puedes cambiar. Algo que sucedió
habrá sucedido para siempre, por
definición.
Deberías encontrar un gran
consuelo en esto. Como lo hago yo. Así
como es muy reconfortante que la materia no pueda ser destruida, es muy
reconfortante que el pasado no pueda ser cambiado. Si tu vida está llena de
errores horribles y tu cabeza llena de culpa, puede que no sea tan
reconfortante, pero para mí lo es. Veo mi propio pasado como un pequeño
castillo de arena que he construido en la playa del tiempo, y es increíblemente
reconfortante saber que no se puede tocar.
Dirás: "¡Qué ingenuo! Nada es
para siempre. ¡Tarde o temprano vendrá una ola y se llevará todo lo que has
hecho!" Cierto, pero la ola llegará en el futuro, no en el pasado. La ola
puede arrastrar mis últimos veinte años, por ejemplo, pero no puede tocar mis
primeros cincuenta años, pues ya sucedieron. A pesar de todo, están grabados en
el tiempo. Como acontecimientos, no
se pueden destruir. Sólo se pueden manipular los resultados presentes y futuros
de los acontecimientos. Pero los eventos en sí mismos no se pueden deshacer. Sucedieron,
y ninguna ola puede hacer que no hayan ocurrido.
Mucha gente todavía no me entenderá,
lo sé. Dirán algo así como: "¿Grabado en el tiempo? ¿Grabado dónde? Si
nadie sabe lo que hiciste, será como si nunca lo hubieras hecho". Estas
personas han sido profundamente mal instruidas, y probablemente no hay forma de
que pueda comunicarme con ellas. Se les ha enseñado que el valor de su vida es
lo que otras personas piensan de ella, ahora y en el futuro. Por lo tanto, la Historia
registrada es todo lo que importa. Pero la vida no se trata de crear un
conjunto de oraciones para ponerlas en un archivo futuro. La vida se trata de
tu experiencia momento a momento.
Personas anónimas que recopilan datos sobre ti, ahora o en el futuro, no
pueden cambiar eso. No estás viviendo para darle de comer a los historiadores. Estás
viviendo como una oportunidad para que la materia se fusione y experimente su
propia y encantadora complejidad cada vez más plenamente.
Y ahí es donde tu experiencia queda grabada en el tiempo. El universo
sabe todo lo que ha sucedido.
Recientemente hemos visto evidencia experimental de la memoria en el
agua, la memoria en las células y la memoria en el ADN. El campo de carga en sí
mismo tiene una memoria, y los viejos caminos persisten, tal vez para siempre. Lo
que pasó siempre habrá sucedido.
Vemos evidencia de ello aún a
corto plazo, donde los esfuerzos por sobrescribir el pasado fracasan
inevitablemente. La gente recuerda, incluso la gente que sobrescribe los
eventos. Ni siquiera pueden borrar sus propios recuerdos, y esos recuerdos son
más importantes que cualquier palabra en un libro.
Déjame darte un ejemplo. Volvamos
a 1997 y tratemos de reescribir la historia. Digamos que los gobernantes estaban
aún menos contentos de que Tiger Woods ganara el Masters de ese año por 12
golpes de lo que sabemos que estaban. Digamos que decidieron reescribir
inmediatamente la Historia. Digamos que borraron su firma de su tarjeta de
puntuación en la ronda final, afirmaron que no la firmó, lo descalificaron y
declararon ganador a Tom Kite. ¿Habrían reescrito la historia? No, sólo habrían
reescrito el registro de la misma. Tiger aún habría puntuado 69 en la última
ronda, sin importar nada más. Firmó su tarjeta y lo sabe. Los gobernantes lo
saben. Así que su vivencia del torneo en sí es exactamente la misma. Sólo
pueden afectar su vivencia después del
torneo, que ciertamente no sería tan buena. Pero al afectar su vivencia,
afectarían también la propia, ya que tendrían que vivir consigo mismos como
horribles tramposos el resto de sus vidas. En ese caso, preferiría ser Tiger antes
que los gobernantes.
Eso no sucedió en 1997, pero
todos sabemos que cosas así han sucedido muchas veces.
Siempre he intuido este sentido
de la historia, pero fue Lao-Tse quien primero lo puso en palabras para mí,
ayudándome a aclarar mi intuición. Enseñó que sólo tenemos derecho a nuestras
labores, no a los frutos de nuestras labores. En el ejemplo anterior, eso
significa que Tiger sólo puede controlar lo que ejecuta durante cuatro rondas; no
puede controlar si los gobernantes deciden o no engañarlo.
La mayoría de la gente leería esa
cita de Lao-Tse y se quejaría de que tenemos
derecho a los frutos. De eso se trata una gran parte de la ley: obtener un
salario justo por el trabajo realizado, etc. Pero si fueras un estudiante de Lao-Tse,
él te regañaría y te recomendaría que estudiaras la primera parte de la cita,
no la segunda. En lugar de quejarte de la injusticia de la segunda parte,
observa lo reconfortante que es la primera. Tenemos derecho a nuestro trabajo. Lo cual te animo a leer de esta manera:
tenemos el derecho de reclamar nuestras propias acciones y eventos, porque son
nuestros. No sólo nadie puede quitarnos nuestros eventos legalmente, sino que no puede hacerlo de ninguna otra manera. Una
vez que los eventos hayan sucedido, habrán sucedido para siempre. No puedes
robarle su Historia a alguien, porque ya la ha vivido sin importar lo que
hagas. Ni siquiera borrar su memoria o matarlo cambiará su Historia. No se
puede deshacer lo que ya se ha hecho. *
Alguien que realmente entiende
eso es imparable, porque continuará sus labores incluso sin pago y sin
reconocimiento. Si eso le hubiera sucedido a Tiger, él podría haber respondido:
"Está bien, te veré la semana que viene y también tendrás que robarme esa.
Va a parecer un poco sospechoso cuando pierda por un tecnicismo cada
semana".
Si todos aprendemos esta lección,
será muy difícil reescribir la Historia. Sí, los gobernantes pueden controlar
el registro de la Historia hasta cierto punto, pero el grado en que pueden
controlarlo está determinado por el grado en que tú crees que el registro es la Historia. Si recuerdas que el registro es sólo el registro,
tu Historia siempre será tuya.
En realidad, tu Historia seguirá siendo tuya, aunque no la recuerdes. Esa es otra cosa positiva
sobre el funcionamiento del universo: no requiere tu creencia. Tus eventos
serán tuyos para siempre, sin importar cómo te sientas al respecto. Ahora que
lo pienso, probablemente por eso los gobernantes no creen en esa definición de
la Historia: no quieren que sus acontecimientos sean
suyos.
* Nietzsche estuvo a punto de dar en el clavo de esta interpretación con su eterno retorno, pero tergiversó un poco el mensaje. Intuyó que los caminos una vez hechos permanecen, pero yo creo que no hace falta recorrerlos una y otra vez. Podemos recorrer caminos similares, desde la nostalgia, pero no hay necesidad de un bucle permanente. Es decir, podemos hacerlo mejor la próxima vez.
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