Quienes hayan leído los libros de Harry Potter, o hayan visto al menos su saga de películas, se habrán sorprendido mucho ante el descubrimiento de Miles sobre la falsa escritora J. K. Rowling y su linaje fenicio. Pero más sorprendente aún es que los verdaderos autores de la obra nos lo hayan estado diciendo de manera encriptada desde el principio, sin que nos diéramos cuenta.
Sacando la Órden del Fénix, que es una referencia más que clara, una de las pruebas principales está en el antiguo mago de la corte real Sir Nicholas de Mimsy-Porpington, mejor conocido como Nick Casi Decapitado, el fantasma de Gryffindor. Y es que en ese personaje se condensan todas las características de los fenicios: es un Sir, lo que lo convierte en miembro de la nobleza; es un mago, por lo que tiene la capacidad de generar ilusiones en eventos simulados; y sobre todo, es un fantasma, es decir, alguien que no quiere que lo vean.
Su familia no aparece en thepeerage, donde las coincidencias más cercanas son Sir Thomas y Agnes Portington, pero como la palabra inventada Mimsy, que significa miserable y débil, surge del poema Jabberwocky del escritor masón Lewis Carroll, se entiende que el apellido completo de Sir Nicholas es una referencia al pasado humilde que los criptócratas inventan para no ser descubiertos. ¿Y qué tiene que ver eso con la característica tan particular de su cabeza? La explicación oficial fue descartada con la excusa de que al editor no lo convencía o de que no era conveniente incluirla en un libro para niños, pero es posible encontrarla en la web, así que hagamos que este cuasi Gasparín la escuche y deje de reírse tanto.
Para empezar, nos dicen que Sir Nicholas asistió a los 11 años al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, donde tenía serias dificultades en la materia Encantamientos, y que al graduarse se infiltró entre los muggles, llegando a ser caballero en la corte del rey Enrique VII. Una noche, mientras paseaba por el parque, intentó enderezar con magia los dientes de Lady Grieve, pero en su lugar hizo que le creciera un colmillo, por lo que fue encarcelado y condenado a muerte el 31 de octubre de 1492. Sin embargo, como el hacha estaba desafilada, se necesitaron 45 golpes para matarlo, y aún así seguían faltando un par más para desprender su cabeza. ¿Ahora se entiende por qué el editor no quería publicar la historia? No es porque sea tonta o sanguinaria, ni por su parecido con Las Brujas de Salem, sino porque revela demasiado.
Lady Grieve, cuyo apellido en inglés significa luto, es una muggle (no fenicia), y confía en que el místico Nick tendrá una solución casera para sus dientes torcidos, al mejor estilo Rasputín. Pero él falla en el engaño, y la aparición del colmillo que rasga el velo de la simulación lo expone como un mago real (fenicio), por lo que debe recurrir a una muerte fingida. ¿Por qué el verdugo utilizaría un hacha desafilada y dejaría su cabeza unida tras 45 golpes, muchos más que los 11 recibidos por el segundo conde de Lancaster, Thomas Plantagenet, en el siglo XIV? Porque el par de golpes que faltaban hubieran dado 47, del inglés forty-seven, que es un juego de palabras con for-deceiving (engaño). Es por lo tanto esa exposición parcial, que logra resolver con su supuesta muerte, la que le genera el apodo de Casi Decapitado.
Hay más pruebas de esto en los libros, pues los magos se dividen en sangre pura o impura según su genealogía y Sir Nicholas le admite a Seamus, cuyo nombre significa suplantador, que su extraña condición es el resultado de una decapitación impropia o chapucera, palabra que no sólo significa tosca, sino también fraudulenta. Además, la vecina de Harry, Arabella, que tiene el mismo nombre que la hija fallecida de J. F. Kennedy, resulta ser una espía, y en el Ministerio de la Magia hay un Velo de la Muerte, que sólo permite viajar al mundo de los muertos, pero no volver: una metáfora de que el fenicio seguirá vivo mientras pueda mantenerse oculto, o morirá si el velo se levanta y lo obliga a desaparecer.
¿Ven? Ya se le borró la sonrisa.
Y para quienes no lo crean, les cuento otra cosa. El actor que personificó al fantasma en el cine, John Cleese (o el señor "Queso”, según su apellido original Cheese), estuvo casado con Connie Booth, apellido que hemos visto en el falso asesinato de Lincoln, y además de participar en películas de espías fue miembro de Monty Python, grupo humorístico con el que filmó parodias como El Santo Grial (sangre real) y El Arquitecto que quería ser Masón. Pero será mejor que nos detengamos aquí. No sea cosa que al exponerlo más su cabeza se derrita por completo… y termine interpretando al Pegajoso de Cazafantasmas como reemplazo de Sir Nicholas en Gryffindor.
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